Silvera no perdonó y el Rojo festejó su primer triunfo
Independiente logró ante Atlético Tucumán sumar de a tres por primera vez en el torneo al imponerse por 3-1 con tres tantos del Cuqui (PT 21m, ST 11 y 12m). El Decano, que pena por su promedio, había empatado parcialmente a través de Escobar (PT 27m).
Independiente se sacó las ganas de festejar en el Clausura. Tras el empate con Newell´s en el debut, el Rojo consiguió este jueves ante su gente un inapelable 3-1 sobre Atlético Tucumán en el que fue excluyente la figura de Andrés Silvera, autor de los tres tantos de la victoria. El Decano, por su parte, continúa sin poder mejorar su promedio.
El conjunto de Gallego mostró muy poco en el período inicial. Gracián, que debutaba como titular, intentó mover los hilos aunque era muy bien controlado por la defensa tucumana, mientras que Acevedo intentaba intervenir en jugadas de ataque ante la pasividad del resto de los encargados de generar peligro.
La visita, por su parte, esperaba en demasía. Llegó a complicar con los movimientos de Escobar, aunque la porción inicial del desarrollo tuvo como protagonista a un local que buscaba sin llegar siquiera a pisar el área contraria con propiedad. Al menos hasta los 21 minutos, cuando Galeano intentó pegarle al arco desde la derecha tras un buen córner desde el otro extremo, pero le salió un centro fuerte que Silvera empujó a la red por el segundo palo.
Entonces pareció que el Rojo se iba a animar a más, pero volvió a caer en su propia deficiencia futbolística y permitió que, a los 27, le empataran en el primer avance claro. Barone peinó un tiro de esquina desde la derecha de Saavedra y Escobar, en el área chica, pateó al gol. Después de esta acción, creció el Decano, aunque también cayó en la intrascendencia de la escasez de variantes.
El complemento llegó sin Gracián y con Patricio Rodríguez en el campo, y con Atlético demasiado atrás. Fue así que entraron más en juego Gandín y Mancuello, y que Independiente pulió su toque en los tres cuartos de cancha. Avisó con un ingreso de Tuzzio por derecha que despejó Ischuk y le bastó una ráfaga para liquidar el pleito.
A los 11, Vella envió desde la derecha un centro bajo para que Silvera, defina cruzado y adentro. Y un minuto más tarde, Rodríguez se llevó la marca de Ischuk por la izquierda y habilitó al Cuqui para que cabecee al tercero.
El baldazo de agua fría se hizo sentir en el de por sí apático espíritu tucumano. Los de Chiche Sosa desaparecieron del campo y sus intentos se redujeron a avances esporádicos más voluntariosos que ingeniosos. El local, sin brillo, pudo manejar los hilos con cierta tranquilidad y encaminarse a un triunfo sin sobresaltos.
Con este resultado, el equipo de Gallego toma confianza de cara a lo que viene, mientras que el Decano, último en la tabla del descenso, sigue desaprovechando chances de mejorar su promedio y, lo que es peor, mantiene una profunda crisis futbolística.