En un partido con pocas emociones, en el sobraron las ganas y el fútbol apareció en cuentagotas, Racing ganaba por 1-0 con un gol de Adrián Lucero, a los seis minutos del complemento, después de una jugada individual de Mercado. Pero a los 93, Campagnuolo salió de forma horrible y Pavlovich marcó el empate.
Con un Caruso "emocionado" por su primera vez en el Cilindro, y con un público enfervorizado e ilusionado por salir de la mala, Racing comenzó con mucho ímpetu y con Lugüercio como su hombre más peligroso. Argentins no fue convidado de previa y en una contra de Romero salvó Campagnuolo.
Romero tuvo una nueva chance pero otra vez se topó con el arquero racinguista, que evitó la apertura del marcador por parte del equipo de Claudio Vivas.
Juan Sabia, en media hora de juego, debió salir del campo luego de un fuerte choque en el que se vio afectado uno de sus hombros. Vivas sorprendió y en lugar del defensor colocó al delantero ex River Gonzalo Abán.
Lugüercio a pura velocidad llegó hasta al fondo y tiró el centro atrás para que Leandro González definiera pero su ejecución fue pésima y la envió afuera.
Mucha voluntad, ganas de sobra y nada de fútbol: la fórmula del 0-0 en los 45 minutos iniciales.
A los 4 minutos del complemento, Caruso volvió a tomarse la cabeza por otra chance no concretada luego de una media vuelta de González que pasó muy cerca del palo izquierdo de Torrico.
Enseguida, dos minutos después, Mercado se proyectó y tiró un centro que Lucero de palomita transformó en gol para el delirio de los presentes. Pudo empatarlo Canuto pero su remate tras un centro pasado fue despejado sobre la línea. A pesar de ello, lo de Argentinos en ofensiva era casi inexistente a pesar del 3-3-1-3.
Se terminaba el partido, Furchi cobró la milésima falta a favor de Argentinos y esta vez Quiroga acertó al área, Campagnuolo salió a cualquier lado y la pelota casi que le pegó en la cabeza a Pavlovich para el 1-1 a los 48 minutos.
Racing pasó de la fiesta a la desgracia. Una vez más.