Los jugadores de Independiente festejaron sobre el final y pegaron donde más les duele: no pueden con el Rojo hace 11 clásicos y llevan 450 minutos sin convertirle goles, desde aquél de Loeschbor cuando ganaron el título con Mostaza.
“Que nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán”. Como una piña, el plantel de Independiente se abrazó y cantó fuerte este inicio de la mejor manera de la campaña de Antonio Mohamed, nunca más actualizado el axioma del técnico que debuta, gana.
Y ocurre que la cancha de Independiente sigue siendo casi imposible para Racing, que no puede ganar desde el 2005 y que el último gol que convirtió fue el de Gabriel Loeschor, cuando la Academia ganó el título con Mostaza Merlo.
El 10 de abril de 2005 fue la última vez que Racing se dio el gusto de llevarse una victoria en el clásico. Con goles de Falcón, Guerrero y Lisandro López, se llevó un partido con mucha autoridad y dejó al Independiente de Menotti lleno de dudas. Desde entonces fueron apenas cuatro empates los que rescató Racing, mientras que seis fueron las victorias del Rojo y las últimas tres en fila. Esta racha hizo que el historial se incline de manera definitiva y contundente a favor de los Diablos. En los 176 partidos que se jugaron en el Profesionalismo, 68 fueron triunfos de Independiente, 62 empates y 46 fueron los triunfos académicos.
Esta paternidad de Independiente se hace mucho más profunda y contundente en el ahora llamado estadio Libertadores de América. En su cancha el Rojo lleva cuatro victorias consecutivas en las cuales Racing ¡no pudo marcar ni un solo gol! La última vez que un jugador de la Academia pudo gritar en la casa del vecino, fue el 26 de agosto de 2001. El recordado cabezazo de Loeschbor a los 45 minutos del segundo tiempo, fue el grito que aún recuerdan los hinchas y que esta tarde intentará reeditar. Son 450 minutos sin goles y nueve años sin victorias, pero como lo dice el refrán “las rachas están para ser cortadas”.